martes, 1 de mayo de 2007

TODA UNA VIDA


Veinte años no es nada. Y volver atrás es imposible. No somos más que un vector en la dimensión del tiempo. Por eso, el futuro esta escrito en la línea de la vida, un tenue hilo de seda que atraviesa nuestra mano.

El amor es un grueso cordón hundido bajo nuestros dedos. Y nunca vemos los dardos que lo desgarran hasta que no estiramos la palma de la mano y soltamos aquello a lo que nos aferramos.

Nuestra mente, una grieta profunda, se extravía irremediablemente en su ruta entre vida y amor, sin llegar a alcanzar su destino.

Por suerte, el dios Mercurio, buscando a tientas su camino, tiende un puente entre las tres: Esa es nuestra única esperanza.

2 comentarios:

poetabululu dijo...

Volver atrás es imposible y cuando uno se mira determinada línea de la mano, la de la vida, a veces la encuentra demasiado corta y demasiado tenue...entonces vas y te pones triste... Por eso hace tiempo decidí usar guantes para todo.
Un besito, Frida.

PD: Imagino que te refieres a Diana la del portal del escritor -yo también estuve allí-, pero no creo que tengo esa dirección, si puedes, un día me la pasas. Gracias.

Frida dijo...

Lo de los guantes es una idea. La estudiaré. Pero hablando de otra cosa: En mi blog, bajo el título los maestros tienes acceso al blog de los profesores de "Portal del Escritor". Allí escriben todos. Además, encontrarás vínculos a los blogs personales de cada uno.

Un beso